Cuando en Jaén llega el otoño y empiezan a caerse las hojas,en vez de pensar que es una estación triste,aquí la recibimos de gala con la feria de San lucas.Las ferias siempre tienen sus cosas buenas y malas,o tal vez si no eres muy juerguista te dará igual.
Nunca cojáis el coche para ir a la feria porque es un suplicio para aparcar,y al final lo acabarás aparcando en el quinto pino y terminarás pensando:"Si lo sé,cojo el transporte público".
Aunque el autobús depende en que horas lo cojas,es cómodo o se convierte en una pesadilla.Si vais muchos amigos,tenéis que calcular si entráis todos y que no os pase lo que nos paso un año a un grupo de amigos .Se paró el bus,subimos todos y quedó uno abajo.El conductor cerró las puertas al ver que el vehículo estaba con un llenazo espectacular y la novia del chico,al ver que se quedaba en tierra empezó a golpear las puertas:
-¿Pero porque no le deja subir? - pregunto la chica extrañada
-¡Porque está el bus lleno! - Respondió el malhumorado conductor.
-¡Pues yo me bajo también! - Exclamó ella para asombro de todos.
Y nos tuvimos que bajar todos y esperar al siguiente autobús.Al bajar en el recinto ferial,como siempre ese olor a caballo,cosas quemadas,cosas dulces,inodoros,etc.Hay que tener en cuenta que a la feria o se va cenado (versión crisis) o cenas allí cualquier cosa que pilles (estas expuesto a que se mezcle comida y alcohol rápidamente).Por supuesto no podían faltar los chatos de vino,cosa que me vuelve loco y me trae infinidad de recuerdos agradables.
A las atracciones hay que tenerles respeto que las carga el diablo (usease,el feriante).Es como por ejemplo el de la oya loca,un sevillano que no deja de hablar,y es que mas de una vez me he preguntado si todo lo que dice lo tiene grabado o es que el tipo habla tan rápido y sin parar.Otra vez,en el toro,recuerdo que eran las 2 de la mañana e iban a cerrar,cuando fuimos el típico grupo de porculeros medio borrachos.El feriante,ya quemado y viendo el panorama,no se le ocurrió otra cosa que darle caña a la atracción y casi salimos lesionados todos.
Y como no acordarme de esas noches cuando estaba en el instituto y lloviendo a mares,aun seguíamos bailando en las casetas,hartos de pilicrym y riéndonos de todo con la castaña que llevábamos ( más de una vez me he preguntado si bebíamos pilicrym porque nos gustaba o por el pañuelo,jejeje).
Por fin,ya a las 6 o 7 de la mañana y con churros toca retirada,porque una retirada a tiempo es una victoria.Bajando en el autobús de nuevo otra de esas escenas que abochornan la especie humana.Poneos en situación.Tres filas de asientos delante,una pareja de "canis" y un colega de ellos.Cuando llegaban a su parada,el novio cani grita:
-¡Dame un beso mi "amó"!
La chica le da un beso y el novio vuelve a gritar:
-¡¡¡Los muehtos de tos!!! - Mientras agarra la barra donde esta el botón de parada.
El pobrecito,víctima de su borrachera,baja dando tumbos por las escaleras del autobús,mientras vocifera tonterías desde la parada.Menos mal,que el conductor se apiadó de nuestros pobres oídos.Como siempre recordaros,si vais a beber,volved a casa en taxi,porque tarda menos y sientes menor vergüenza ajena.
¡ Que Siga La Apuesta !
Hace 3 años
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